Trolebuses de Valparaíso
Viajando a los años 50’
Subirse a un trolebus de Valparaíso es ciertamente viajar en el tiempo.
Cada cuanto en su historia de vida, han cambiado sus tan característicos colores crema y verde.
Mirarlos andar devuelve el reloj a un tiempo que guardaba austeridad, más no una falta de distinción en el estilo de todas las cosas.
Ese ritmo más bien apacible de los trolebuses de la época al ser trasladados gracias a la electricidad y correr por rieles que al doblar en las esquinas, más de las veces desprenden pequeñas chispas, es algo que todos aquellos que hemos tenido el placer de viajar en ellos, se nos queda grabado en la memoria.
La historia de los trolebuses de Valparaíso no ha estado ajena a las curvas, pues en más de una oportunidad se han visto en fuertes peligros de extinción; Sin embargo, han sobrevivido resplandecientes para nosotros hoy disfrutarlos y utilzarlos cuidadosamente como en aquella hermosa década del 1950, tan musical como nostálgica la que estuvo marcada en Chile por el apogeo del mambo, el chachachá y el paulatino rock & roll.
Pero todo comenzó en los inicios de los años 40’, cuando los porteños aspiraban a un sistema de transportes movilizado por trolebuses para reemplazar los tranvías eléctricos de la época, los que venían ya en funcionamiento desde el año 1903.
Fue en 1945 cuando la nueva Empresa Nacional de Transportes (ENT) decidió eliminar los sistemas de tranvías de Santiago y Valparaíso, ordenando 30 trolebuses desde Estados Unidos.
Así, partiendo una seguidilla de idas y venidas de traslados de los trolebuses de Valparaíso hacia la capital y viceversa.
Finalmente siete fueron los trolebuses de Valparaíso que se inauguraron el 31 de diciembre de 1952.
La primera ruta de la ciudad fue desde la Plaza de la Victoria, la que continuaba por la Avenida Pedro Montt, luego por la Avenida Argentina llegando al sector bajo del Cerro Barón.
¡Dando comienzo así a una experiencia pionera para Chile!
¿Cómo era Chile en los 50’?
Entremos en contexto.
La economía mundial en ese momento se hallaba en una transición hacia la reconstrucción de los países devastados por la Segunda Guerra Mundial.
La atmósfera en la que comenzaron a funcionar los trolebuses de Valparaíso estaba marcada por la simpleza.
Los niños y niñas jugaban con juguetes hechos por ellos mismos, como las características muñecas de trapo y los caballos de madera, y en las escuelas los libros eran en blanco y negro.
Era la época de la mujer femenina por excelencia y fue también la última vez que Gabriela Mistral estuvo en Chile (septiembre 1954), invitada por el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo luego de haber recibido el Premio Nobel de Literatura (1945) y el Premio Nacional de Literatura en 1951.
Hasta entonces no había acudido a ningún homenaje oficial en el país.
Curioso, ¿no?
Así, sucedían y nacían muchas cosas al mismo tiempo que le daban un movimiento diferente al país.
Se inaugura la primera planta azucarera de Chile y a los trolebuses ya se les extendían los rieles cada vez más.
En 1954 las nuevas rutas corrían desde la Aduana hasta Barón por la Avenida Brasil, luego por la Avenida España a lo largo de la costa hasta Viña del Mar.
Así, los trolebuses de Valparaíso estaban en su máximo apogeo, con decenas de kilómetros de tendido eléctrico aéreo, 70 unidades operando en la zona y una gran cantidad de pasajeros que se movilizaban a diario, aunque no exentos de problemas a causa de constantes accidentes debido a la inexperticia de los choferes de aquel entonces.
Es que convengamos, ¡era ciertamente un proyecto en evolución!
Los trolebuses de Valparaíso
Pero no fue hasta la época de los 70’, producto sobre todo por los problemas económicos, políticos y sociales que afectaron al país que los trolebuses de Valparaíso comenzaron su decadencia.
Estuvieron al borde de la desaparición con la latente posibilidad de cierre de sus líneas y el recorte de fondos para las empresas estatales de transporte del país.
Hasta que en el año 1981 el gobierno decidió disolver la ETCE y poner en venta la flota de trolebuses y toda su infraestructura.
¿La razón?
Bajo el supuesto de que la empresa representaba un gran peso económico para el estado.
Por lo tanto, ya no existiría una administradora para los trolebuses y sus trabajadores.
Desde aquel día, y durante 4 meses, no circuló ningún trolebús por el centro de Valparaíso.
Pero, ¿qué pasó con los trolebuses de Valparaíso?
La historia nos pega fuerte en el corazón, pero aquí viene la buena noticia!
Fue en 1982 cuando un grupo de empresarios de Valparaíso adquirió la administración y la totalidad de la infraestructura de los trolebuses porteños.
Así pasarían a manos privadas a través de la creación de la Empresa de Transportes Colectivos Eléctricos Ltda. (igualmente denominada ETCE), la que continuaría como administradora hasta 2007.
Por otra parte y por la particular arquitectura de Valparaíso, el encanto de sus cerros, una cultura sorprendente, cuna de muchísimos artistas y principalmente por ser símbolo y testimonio de globalización es que, entre muchos otros atributos, Valparaíso fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
¡Un orgullo nacional y una excelente vitrina para el mundo!
Es que como no cautivar con su calles de adoquines, quebradas, las empinadas subidas de los cerros, los café y galerías de arte entre los más emblemáticos y los paseos con vistas a la bahía que día a día convocan a cientos de personas provenientes de todo el mundo!!
Porque ahí yace una joya…
…dormitorio de marinos y mercantes, tal como bellamente lo relatan en el vals “La Joya del Pacífico” los chilenos Víctor Acosta y Lázaro Salgado, precisamente compuesta en el año 1941.
“…
Del cerro Los Placeres yo me pasé al Barón,
me vine al Cordillera, en busca de tu amor,
te fuiste a Cerro Alegre y yo, siempre detrás,
porteña buenamoza, no me hagas sufrir más.
La Plaza de la Victoria es un Centro social,
Avenida Pedro Montt,
como tú no hay otra igual,
más yo quisiera cantarte, con todito el corazón,
Torpedera de mi ensueño,
Valparaíso de mi amor…”
¿Cómo puedo recorrer sus rutas en trolebus?
Fue bajo este contexto de reconocimiento a Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad lo que le dió el último “empujón” a los trolebuses para consolidarse, funcionando actualmente como Trolebuses de Chile S.A., la cual está conformada por los mismos accionistas de la antigua ETCE que en mayo se habían declarado en quiebra.
Este es una modalidad única de transporte en latinoamerica y está en Chile.
Pero así es como la historia se transforma en eso, en historia…
Sucediendo acontecimientos que cambian el rumbo de las cosas y que al observarlas no resulta en nada más que en un viaje fascinante en el tiempo.
Hoy Identidades del Maipo te cuenta la historia aventurándose contigo en los trolebuses de Valparaíso, que como puedes ver, si sus rieles hablaran contarían con lujo de detalle lo que ha sido un recorrido marcado por curvas y avenidas, pero que por la magia de la buena voluntad e intención de aquellos de querer conservarlos en el tiempo, se mantienen más vigentes que nunca.
El tiempo los ha mantenido y están ahí disponibles para una travesía cautivadora hacia una época cincuentera conocida también en el mundo del cine como la Edad de Oro…
¡Pero esa historia quedará para un próximo viaje!
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