Cajón del Achibueno
Aguas cristalinas y los más impresionantes geositios
El Cajón del Achibueno en la región del Maule corresponde a un importante ecosistema precordillerano. Este ecosistema está protegido por su gran diversidad y variabilidad dentro del patrimonio geológico, cultural y natural.
Este santuario engloba parte de las comunas de Linares, Longaví y Colbún. Incluyendo al sitio “Altos de Achibueno”, el cual prioriza la conservación de la biodiversidad. Junto a esto, se abarcan elementos tales como el río del mismo nombre, laderas adyacentes y zonas de inundación de cuerpos de agua continentales y glaciares tributarios.
Acceso al Cajón del Río del Achibueno
Su acceso requiere salir por la ruta L-45 en dirección a Colbún, ubicada en la esquina sureste de la ciudad de Linares. Luego, subiendo por las cercanías del Río Achibueno se debe llegar al sitio rutas del Achibueno. Dando inicio al senderismo por un camino pavimentado en buen estado, hasta cierto punto. Este recorrido puede realizarse caminando como también mediante el uso de caballos debido a zonas de altas pendientes o por la gran cantidad de rocas en las quebradas.

Su importancia radica en ser el primer santuario en Chile en proteger toda la red hidrográfica de su cuenca, esto el 18 de mayo de 2015. De esta manera, protegiendo el cauce y las zonas de inundación del río, como también, frenando todo tipo de proyectos que amenazaban la cuenca. Por otro lado, la vegetación presente posee características propias de bosques con bajas intervenciones antrópicas y con un bajo nivel de degradación. Mientras que, la calidad del agua tiene características excepcionales y con ninguna evidencia de contaminación.
En cuanto al registro asociado a pueblos indígenas, se han encontrado grabados de 700 años pertenecientes al pueblo montañés de los Chiquillanes. Este pueblo nómada vivió en la zona cordillerana de Chile central y Argentina. Teniendo una cultura similar a la de los tehuelches y otros pueblos de las pampas, de manera transandina.
Cajón del Achibueno, la persistencia de procesos ecológicos, evolutivos y geológicos

Esculpido por procesos volcánicos, glaciares y fluviales, el Cajón del Achibueno no solo presenta características particulares debido a su belleza escénica, sino también por su alcance científico a escala regional. Dado esto, es fundamental comprender su contribución al desarrollo de las ciencias geológicas en Chile central. A continuación, se explicará en detalle la historia geológica de su construcción, así como también los destacados sitios de interés geológico o geositios del Cajón del Achibueno.
En camino hacia la cordillera, se observan los primeros afloramientos rocosos significativos que cuentan la increíble historia geológica que abarcan distintos procesos tectónicos por millones de años. Las rocas expuestas son del tipo sedimentarias, volcánicas y piroclásticas. Estas rocas son agrupadas en distintas formaciones geológicas a partir del contexto tectónico en que fueron depositadas. Dentro de estas formaciones se destacan a las Abanico y Colbún. Estas formaciones representan un evento tectónico donde gran parte del margen chileno experimentó un adelgazamiento de la corteza terrestre.
Eventos tectónicos
Este evento ocurrido hace 40 millones de años, resultó en una cuenca continental llamada la Cuenca de Abanico. Esta cuenca albergó espesas sucesiones de rocas y generando fallas del tipo normal. Seguido de estos eventos, hace aproximadamente 22 millones de años se experimenta una reactivación en la subducción chilena como también de las fallas normales generadas anteriormente y generando otras fallas. Estos eventos son representados por las rocas de la Formación Trapa-Trapa. También la parte superior de la Formación Cura-Mallín, conformando la actual arquitectura de la cordillera que apreciamos.
Hacia el sector del valle del río Achibueno, las rocas de la Formación Abanico son grandes macizos color café con mediana vegetación y con señales del retrabajo glaciar posterior. Por otro lado, lo más llamativo de este lugar es la famosa “torta de colores”. Nombre asignado a las rocas de la Formación Cura-Mallín ante su parecido a esta.
Flora fósil en Quinamávida
El encontrar y reconocer formas de plantas o ramas al interior de una roca suena descabellado. Sim embargo, en varias partes de Chile es más común de lo que parece, siendo un ejemplo la localidad de Quinamávida.
Hacia la quebrada Quesería, en el interior de una cantera privada se encuentra uno de los yacimientos de flora fósil más abundantes de Chile central. Conocido comúnmente como la flora fósil de Quinamávida, el material fosilífero de este geositio es abundante y diverso. Entre los especímenes que se han registrado, existen troncos de hasta 1 [m] de longitud y 30 [cm] de diámetro, en conjunto de impresiones de hojas y ramas. Este material fósil se encuentra en rocas de origen volcánico tipo toba asociadas a la Formación Colbún. Con edades que oscilan entre los 15 y 5 millones de años. Mientras que, a través de nuevos estudios acerca de esta flora, se indica que se habrían desarrollado en un ambiente cálido y húmedo.
Por otro lado, espectaculares ejemplares de especímenes más completos y con un mayor estado de conservación de flora fósil se encuentran expuestos en las oficinas de Quipantoba. Esta pequeña empresa se encuentra ubicada en la comuna de Linares, en un pasaje al costado de la ruta L-389. Dedicada al comercio de la artesanía tradicional como también de la contemporánea, además de la venta de minerales, en particular de zeolitas.
Las muestras fósiles que se exhiben presentan un valor didáctico y educativo importantes para la gente de estas localidades. Cabe destacar, que en Chile encontrar fósiles no corresponde a un delito, distinto es el extraerlos directamente del afloramiento como también el comercializarlos. Es por esto, que se recomienda dar aviso al Consejo de Monumentos Nacionales para que esta entidad competente se haga cargo de ellos y pueda realizar los análisis correspondientes.
Depósitos volcanosedimentarios en ruta a Colbún
En la ruta hacia Colbún en la comuna de San Clemente, existe un geositio que llama la atención debido a lo particular de este. Siendo su mejor exposición un talud en vía pública sin grado alguno de protección formal que se encuentra localizado en el corte del camino de la ruta K-25.
Este geositio corresponde a un tipo de depósito sedimentario ubicado en el límite entre la Cordillera Principal y la depresión Central. En este depósito, se reconocen sucesiones volcanosedimentarias de hasta 16 [m] de altura. Las cuales muestran cómo han sido transportadas y retrabajadas las rocas a partir de distintos procesos sedimentarios. Esto habría ocurrido en los últimos 20 mil años. Durante los últimos alzamientos de la cordillera, la formación de la depresión central y la evolución del valle del río Maule.
La importancia de este talud como de otros depósitos de este tipo en la región del Maule radica en el potencial de interés en las ciencias de la tierra. Esto debido a que presenta un gran potencial para las áreas de la geomorfología, sedimentología y volcanología. Por otro lado, el potencial que ofrece este geositio en materia educativa puede ser aprovechado para que la población comprenda la evolución del paisaje y los depósitos modernos del sector.
Sucesión sedimentaria y piroclástica en la Quebrada El Toro
Sobre los 1300 m.s.n.m. en gran parte del sector cordillerano, se expone una enorme pared rocosa de aproximadamente 800 [m] de altura conocida como la “torta multicolores” de estratificación marcada.

Ubicado en la comuna de Colbún, corresponde a una increíble sucesión de rocas expuestas en la quebrada El Toro, tributaria al río Melado y también al interior del parque Guaiquivilo. Las rocas que componen esta sucesión pertenecen a la Formación Cura-Mallín, abundando los componentes de origen sedimentario y piroclástico. A su vez, esta sucesión es afectada por distintas estructuras geológicas tipo fallas de movimiento limitado y que son cubiertas por estratos superiores más jóvenes. Cabe mencionar, que las rocas de la Formación Cura-Mallín han sido descritas en territorio argentino, difiriendo las interpretaciones asignadas por autores al otro lado de la cordillera.
El potencial de este geositio es abrumador, puesto que exhibe paisajes y escenarios difíciles de ver comúnmente, mientras que materia científica es aún mayor. Dentro de las ciencias de la tierra, complementa el entender los procesos desde el punto de vista de la sedimentología, la paleontología y la vulcanología. Puesto que, trata de dar una contextualización de cómo fueron depositadas estas rocas de manera continua al interior de la cuenca y como también influye la tectónica regional.
Hacia el interior de valle del Río Achibueno es posible observar de igual manera estas rocas con estratificación marcada de la Formación Cura-Mallín. Es posible apreciarlas esta gran sucesión hacia el interior del valle mencionado, siendo el primer lugar en apreciarse el estero La Gloria y Riecillo.
Circo glaciar en la Laguna del Alto
Si bien en Chile, particularmente en la zona austral, existen diversos glaciares y geomorfas asociados a estos, la región del Maule no se queda atrás en esta materia.
Con una belleza escénica excepcional, este geositio en la comuna de San Clemente muestra los vestigios de la actividad glaciar en zonas precordilleranas en la región del Maule. Entre sus elementos más llamativos se encuentran el circo glaciar y la laguna del Alto al interior de este. Estos geositios están localizados entre los ríos Lircay y Maule, siendo administrados por CONAF.

Este circo glaciar presenta una forma anfiteatro producto de la erosión del glaciar en la zona de acumulación de nieve, siendo esta en rocas de la Formación Abanico. Por otro lado, aguas abajo de la laguna se observan otros elementos asociados a la actividad glaciar. Tales son los depósitos tipo morrenas, los depósitos glaciolacustres y las rocas aborregadas. Estas rocas forman pequeñas colinas asimétricas que son orientadas según el sentido del movimiento del hielo, producto de la abrasión glaciar.
Geositio de gran belleza presenta un valor que radica principalmente en materia científica. Esto debida a su importancia en el estudio de las glaciaciones pasadas, donde los niveles de deshielo lograron alcanzar zonas cercanas a la depresión Central.
Flora del Cajón del Achibueno
La región del Maule presentar extensas cubiertas vegetales característicos en zonas donde el clima experimenta una transición climática mediterránea a templada. Permitiendo la coexistencia de vegetación de origen climático diverso. Lo que destaca a estas coberturas de vegetación de otras en el territorio nacional, es su bajo nivel de degradación y su gran importancia en temas de biodiversidad.

El caso del cajón del Achibueno, el suelo y flora que se presenta en el valle tiene su origen debido a la erosión de rocas volcánicas y la acción climática. Entre la variedad de especies de plantas del denominando Bosque Maulino, se encuentra especies laurifolias en áreas del valle con alta disponibilidad de agua. Entre ellas está el Roble Maulino y el Hualo. Además de poder encontrar especies correspondientes a: Bellota del sur, Guindo santo, Lenga, Lleuque, Mañío de hoja larga, Ñirre y Roble de Santiago.
Fauna en el Cajón del Achibueno
En cuanto a fauna se refiere, el cajón del Achibueno es un refugio clave para la conservación de especies. Además es perfecto para avistar animales en su entorno natural. Entre su repertorio de especies, varían desde aquellas en peligros de extinción como también de fauna íctica nativa. Es decir, peces que viven de forma natural en un lugar. Si tienes la posibilidad, puedes avistar aves como el águila mora, carpintero negro, cóndores y loros tricahue, hasta algunos pudus, siendo estos de las especies en peligro en la zona.
Cabe recordar la importancia de respetar tanto los ecosistemas como la vida silvestre. Es importante no perturbar a la fauna en entorno natural, disfrutar su diversidad y apreciar la belleza de esta en los Andes chilenos.
Riesgos y/o desastres en el Cajón del Achibueno
Si bien en el Cajón del Achibueno las poblaciones vulnerables expuesta a riesgos socionaturales son muy bajas, existen diversos factores que condicionan la ocurrencia de algún desastre.

Ante zonas del valle que poseen pendientes elevadas y suelos susceptibles a la erosión. Una remoción en masa podría producirse ante un evento meteorológico extremo o bien un sismo significativo. Eventos de este tipo son de los que más registro se tiene en las comunas aledañas, aunque no son muy recurrentes.
Entre las remociones más destacadas se tiene las gatilladas por el terremoto del 27 de febrero de 2010 en la comuna de San Clemente. Donde, hacia los sectores de Las Lomas y Armerillo, se registraron movimientos gravitacionales del tipo desprendimiento de laderas y caída de rocas. Luego, en agosto de 2015, flujo de detritos y barro generados las intensas lluvias se desplazaron por el valle de La Mina hasta llegar al río Maule. Mientras que, en octubre de 2018 se generaron remociones en masa en el sector de la Roblería en la comuna de Colbún ante acciones antrópicas.
Otros riesgos que podría experimentar de manera antrópica son los incendios forestales que se han agravado en gran parte del territorio nacional. Cabe destacar que casi la totalidad de estos eventos son producidos de manera intencional por la misma gente.
Conclusiones para visitar el Cajón del Achibueno
En conclusión, el Cajón del Achibueno en la región del Maule es gran un pulmón verde y fuente de agua dulce, con gran aporte para las ciencias de la vida. La historia geológica que esconde este valle detrás de rocas, vegetación, glaciares y ríos hacen que este lugar sea fascinante y espectacular. Por otro lado, los geositios del Cajón del Achibueno ofrecen una oportunidad directa y diversa por medio de distintos elementos que constituyen la geología de la zona. Si estás Linares o en sus alrededores, no puedes hacer vista ciega de impresionante lugar que combina historia geológica y evolutiva, junto a la naturaleza y cultura indígena. No obstante, si eres de otra región y buscas un desafío que recompense tu viaje, este es tu destino.