Majadas de Pirque

Los secretos más íntimos de Pirque se encuentran en este Castillo construido a Principios del Siglo XX.

Las Majadas de Pirque es la hijuela que heredó Francisco Subercaseaux Vicuña, después a la muerte (o desaparición) de su padre Ramón Subercaseaux Mercado, por el año 1859. Francisco Subercaseaux era el hijo mayor de Don Ramón Subercaseaux Mercado.

La gran Hacienda de Pirque, adquirida por Don Ramón Subercaseaux en el año 1830, fue dividida en hijuelas luego de la desaparición del terrateniente en el Cristo Negro, tras un pacto de sangre que el latifundista realizó con el diablo.

Las Majadas de Pirque toma este nombre por la actividad de pastoreo que se realizó con intensidad en los cerros de Pirque.

La ganadería se estaba desarrollando en estos tiempos en las Majadas, en los cerros de Santa Rita y en el Principal de Pirque. Además, fue uno de los pocos fundos de Pirque que tuvo lechería gracias a esta actividad ganadera.

 

Majadas de Pirque, su Castillo y Francisco Subercaseaux

Francisco Subercaseaux Vicuña se casó con Juana Browne Aliaga. Ellos construyeron su casa, una capilla y jardines. En 1907, los hijos de Francisco ya cansados de los constantes viajes a Europa de su padre, decidieron darle una gran sorpresa. En uno de sus largos viajes mandaron a construir el Castillo de las Majadas de Pirque. El arquitecto encargado de la obra fue Alberto Cruz Montt.

El Castillo de las Majadas de Pirque, es un inmueble de estilo renacentista francés, posicionado sobre un zócalo y con techumbre en mansarda. Tiene muros de albañilería y terminaciones en yeso.

“En su diseño original tenía 20 habitaciones, diez baños, un salón, un comedor y un oratorio distribuido en tres niveles, además un subterráneo”.

Majadas de Pirque y su parque

El parque de las Majadas de Pirque fue diseñado originalmente por el paisajista francés Guillermo Renner en 1909.

Este mismo paisajista diseñó los parques de la Casona del fundo la Isla de Pirque, como también el parque de la Casa el Llano, ubicado dentro de las dependencias de la Viña Concha y Toro.

“El parque de Las Majadas de Pirque cuenta con más de mil árboles perennes y Peumos nativos, Araucarias, Cedros del Líbano, Sequoias, Cipreses y Tilos, Palmeras, Plátanos Orientales y Encinos, entre otras especies distribuidos en 8 hectáreas”.

Tras la Muerte de Francisco Subercaseaux Vicuña, sus hijos decidieron vender la propiedad a José Julio Nieto en 1918, quien se la heredó a su hijo de mismo nombre.

Secretos de las Majadas de Pirque

Hasta ahora hemos comentado los datos históricos relevantes para conocer el Castillo Majadas, el fundo y también su extenso parque.

Con todo, existen relatos subterráneos que de algún modo siempre se las arreglan para ser reconocidos y puesto en valor, ya que el patrimonio oral de las antiguas y antiguos campesinos de Pirque, es muy rico en cuentos y leyendas. Las Majadas de Pirque fue un fundo nombrado dentro de estos relatos, que desde siempre, han vinculado a la familia Subercaseaux con el diablo.

Conversamos con campesinas y campesinos que vivieron o se mantuvieron ligados al fundo las Majadas de Pirque, y nos contaron increíbles historias del Castillo y su parque ocurridas a lo largo del siglo XX. Como no siempre podemos dar veracidad de los hechos relatados, lo que sí sabemos es que, existe un mensaje mitológico en estas narraciones, los cuales revelamos en la Ruta del Diablo.

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Primeras apariciones en las Majadas de Pirque

Don Audilio Reyes, cantor pircano, quien vivió desde pequeño en el fundo Majadas y que terminó sus días en Principal de Pirque, nos cuenta de las primeras apariciones del diablo en el Castillo Majadas:

“La Sra. de Don Antonio Nieto tuvo dos hijos hombres, que uno era el pelao, y el otro el tata. Yo jugué a la pelota con el pelao, el mayor. Ese cabro fue el mozo. Él crió a los dos cabros, al tata y al pelao, al que le digo yo que le dicen ño Quile, era el mozo allá en el chalé, en el Castillo. Este cabro se venía todas las noches luego de dejar comidos a los cabros.

Primero le salió el diablo, un perro negro, después le salió un viejo, como no había asientos, estaba sentado en una piedra el viejo, con manta en juego y no se le veía cabeza oye. La tercera vez, vino un huaso de a caballo, un caballo negro con las espuelas así tan grandes, brillantes oiga y los ojos del caballo negro que llegaban a brillar….

Y de ahí ya le presentó la renuncia al Futre, porque era el diablo el que le salía al cabro. Al Quile le dio susto, le dijo que no trabajaba más con él. El mismo cabro que le cuidó los cabros a Antonio Nieto. Y es medio tartamudo para hablar el Nieto, el mozo que les cuidó los cabros vive ahí en la cooperativa”.

El patrón le responde a don Manuel “si este caballero está acostumbrado a venir de noche para acá”.

Alameda de Santa Rita y el diablo

Se dice que Satanás acostumbraba a pasearse con su carroza tirada por caballos negros.  Este tramo era su favorito, ya que en la frondosa alameda de Santa Rita, los árboles forman un túnel. Este camino asimila los tránsitos hacia otros mundos, desde el pensamiento místico religioso de los campesinos.

“Aquí, siempre lo que se ha conversado, que en las noches pasaba mucho por ahí, y creo que recorría poco, según dicen de la salida de la Alameda de Santa Rita pa’ acá no más, hasta aquí al llegar al cruce de la Majadas. Creo que ese tramo no más recorría. Claro, si dicen que veían la carroza cuando pasaba po’, una carroza negra, llegaban a brillar los caballos negros. Y ahí sabían que era él, porque se ponen a aullar los perros, el perro aúlla altiro cuando es el caballero”. Nos dice Hugo Reyes, Guitarronero de Pirque.

El diablo en el Castillo Majadas de Pirque

Don Gabriel Osses de la Puntilla, al consultar por si había visto al diablo cuando era niño nos cuenta la siguiente historia:

“En el Castillo también se aparecía Satanás. Había un congreso eucarístico, ahí en el Castillo… y fui yo con harta gente. El Castillo tenía las puertas abiertas y todo, trabajé ahí. La gente estaba toda afuera, y como vi las puertas abiertas dije yo… yo estaba cabro, en ese tiempo. Y yo llego y entro, y se abrió una puerta grande, y era bonito adentro. Y estoy adentro yo, y se cierran las puertas, se cerraron. Ay… Satanás. No me acordé de Satanás, no me acordé. Dije, “Dios mío, por qué se cerraron las puertas”, y donde nombré a Dios, se abrieron. Ve, ahuyenté a Satanás. Y cuando salí pa´ afuera, me preguntaban: “a dónde estabai”. Estaba adentro y me cerraron las puertas les dije yo, y me acordé del Señor y ahí se abrieron las puertas. Ahí Satanás se ahuyentó”.

“Cuando dije “mi Dios mío” se abrieron las puertas, Satanás es también, mandaba Satanás ahí en el Castillo. Él salía ahí, aparecía, los que vivían ahí, los perros a veces aullaban toda la noche, no ve que lloran cuando anda el diablo”.

Las historias del fundo y parque las Majadas de Pirque

Don Manuel Riquelme, antiguo campesino del fundo Majadas, conoce el mito de la construcción del canal la Sirena, porque su padre se lo contó. Don Manuel tenía más de 50 años cuando nació su hijo, con quien conversó en esta entrevista. Incluso Don Manuel padre, trabajó con Francisco Subercaseaux Vicuña.

“Por lo menos cuando esos canales, la Sirena, que trabajó el Diablo, que los alineó el Diablo. Todo trae historias que contaban aquí poh. Esa historia de antes, antes que llegara él aquí todavía (…) Que tenía mal con el diablo, con las labores… el coche unos caballos… la pasada por San Ramón iba el manejando el coche adelante. De repente, llegó dos jotes que tenía, y lo levantaron y se lo llevaron. Esa es la historia que se cuenta del puente”.

– ¿Y su papá le contaba historias del Diablo también?

“Sipo, el papá nos contó a nosotros que… el Diablo salía a jugar a las bolitas con los cabros y en la noche con la gente (…) salía a jugar al monte con los adultos”.

– ¿Y allá adentro del parque Majadas nunca le dijeron que se aparecía?

“Si también decían que se aparecía por ahí, pero historia no más pa´ mi… yo trabaje tantas veces, yo pasaba en el parque en la noche, en el día y nunca se me apareció, que yo nunca fui miedoso…Un caballero negro, grande… pero…  decían de varias maneras”.

Interpretaciones

Los símbolos y congregaciones cristianas no fueron suficientes para que el demonio no se le apareciera a Don Gabriel en el Castillo Majadas. Incluso en un congreso eucarístico, donde supuestamente debería haber estado más protegido de la presencia del diablo, Don Gabriel lo presiente. Al parecer, los lujos del Castillo invocaron al diablo para dejar encerrado al “Chayo” e intuir la presencia de Satanás.

La acumulación de riqueza es vista desde los sectores populares como un principio diabólico en que el capital que se acumula y se exhibe como lujo, los discrimina y suprime socialmente.

Don Manuel nos relató como el juego el monte era la diversión del diablo, con los problemas que acarreaba, y considerando que está detrás el capital, el azar y el enriquecimiento repentino, la interpretación campesina es asociar este juego con el demonio.

Audio Reyes y la Majadas de Pirque

Rememorar a Don Audilio Reyes y sus historias, es revivir el patrimonio inmaterial de Pirque, es entender el pensamiento campesino mítico religioso del siglo XX, su visión, su crítica:

“Vaya, vaya un día de estos, le apuesto que le sale ahí en el parque Majas’. Le sale, le sale, porque nos salía a nosotros, a este joven también le salió, al Quile.

Un día de estos voy pa’ allá, pa’ los Bics a preguntarle, ese sabe todas las vueltas, todas todas las vueltas las sabe ese compadre. Si yo pudiera convidarlo.

Todo, de todo hay ahí, tenedores, cuchillos de plata de oro, de todo, pero nadie na’ buu el que se robe una cuestión ahí no le va a dejar vivir.

Este caballero (el diablo), no le deja vivir, tiene que ir a dejarla allá, no se puede sacar nada, nada de ahí.”

-¿Está todo eso maldito? – le pregunto.

“Claro, Claro, si por algo hizo el pacto Ramón Subercaseaux con él, pa’ que nadie saque na’ ahí”.

Últimas apariciones en las Majadas de Pirque

Doña Isabel Cantillana, me cuenta una anécdota que le ocurrió una de las veces que salió a dar una vuelta por el parque, en uno de los conciertos de la destacada pianista Rosita Renard que vivía en Pirque por esos años. En uno de esos paseos, ya tarde, se encontró con una “gran figura negra, de ojos con fuego”. Además, se comentaba mucho que el diablo habitaba dentro del Castillo.

Uno de los últimos dueños de las Majadas de Pirque, José Julio Nieto hijo y su esposa Elvira Varas, habitaron la casona como un lugar de veraneo y de vivienda. Tras la Muerte de José Julio Nieto, sus descendientes mantuvieron la propiedad hasta fines del 2006, año en que decidieron venderla al empresario argentino Wenceslao Casares, actualmente a pasado a otros dueños.

Es un lugar que actualmente está siendo utilizado en convenciones de empresas, hotel y restaurant.