Rescate Oral

Don José Rubio del Llano Pirque

 

Las misteriosas luces en el Fundo el Llano

Yo estaba trabajando en el tractor, estaba pasando el tiempo de la tierra seca. Con un rastrón pasaba para emparejar el terreno en Pirque. Después sequiar y regar la tierra para sembrar. Ese día me tocaba turno de noche, entraba a las diez de la noche y salía a las 6 de la mañana. Entonces como a las 11 de la noche yo estaba medio ocupado porque el tractor no se podía pasar al hilo, ni atravesado en la rastreadura. Porque donde había baches o surcos de la herradura, caía vacío, pero al pasar los cejado emparejaba la maravilla, ¡Quedada bueno!. Y eso mismo buscábamos que pasara, porque después a nosotros mismos nos tocaba regar. Yo andaba trayendo la polvareda en cuarta rápida, bien rápido con el tractor el w600 Marconi.

Apariciones misteriosas en terrenos en Pirque

En aquellos tiempos, era tremendo tractor, el sonido que tenía era parejito. El potrero en el que estaba se llamaba Los Bretones de Pirque tenía 28 cuadras, ahora ya no existe. Entonces yo andaba así atravesado y estaba en la puerta del potrero. Veo yo que aparece una luz por aquí y empieza andar pa´ arriba. Al principio dije, mira el jefe viene en la citroneta, que venga a sapear el viejo huevón. Pero después cuando ya vi que la luz emparejó como a una cuadra de mí.

Pirque

La luz era redonda, a una altura que no topaba el suelo, pero no me di cuenta al principio. Llegue arriba y volví para abajo, la luz volvió para abajo. Entonces el tractor tenía un foco de silbines, que se llamaba en ese tiempo, que alumbraba de punta a punta un potrero así que la prendí.

Y sabe cuándo va la luz allá otra vez vengo doy la vuelta y me dirijo hacia la luz, no se veía ni una guea abajo ¿de dónde nacía?. Y sabe que era una luz redonda y danzaba así en continuación conmigo. ¡Oiga me dio un susto!

Llegué abajo, sabe que medio parado embriagué el tractor, sacó el pasador del tiro y apretó corriendo hacia la casa. Salgo al camino, y me vengo para la llavería del fundo, tremendo de asustado no lo podía creer.

Entierros en terrenos en Pirque

Una vez me paso otra talla a mí. Vino un caballero, ya bien anciano que andaba enfermo y todo.

Estaba con Don Chago Rubio un tío mío que en paz descanse.

Me dijo este anciano, yo le vengo a hacer un regalo a Ud., “quiero que Ud. lo sepa no más”.

Yo no lo conocía, se notaba enfermo el caballero, andaba con abrigo agachadito, me dijo; “quiero hacerle una cosa pa que Ud., se quede con ella”. Yo le había dicho a mi tío que quería una escopeta y pensaba que eso era lo que me iba a dar el viejo… pero fue otra cosa.

Yo estoy harto enfermo me que queda poca vida y yo esto tengo que entregarlo, porque no puedo quedármelo. porque si llego a fallecer, me va a costar mucho”.

Pirque

Pescó un palito y me hizo un mapa. El camino principal de la entrada al fundo el Llano donde hay una bodega grande. Esta la entrada a la llavería y en la esquina hay un colegio. El caballero que administra esto, hizo bodegas chicas. Entonces Ud. Va andando por el camino acá, aquí hay un espacio de terreno, debajo de la penúltima bodega hay un entierro”.

Él me habló de cargas de plata. Se llamaba así antes a una mula cargada con plata, esa era una carga. Hay seis cargas de plata debajo de esa bodega. “Se la digo a Ud. para que le haga el empeño y sáquela aprovéchela Ud. porque yo ya no puedo”. Claro yo lo escuché y todo, pero no me entusiasmé, porque dije yo, algo tiene que haber que no sea todo bueno.

Era propiedad de los Vial imagínese escarbar ahí.

Terrenos en Pirque, tierra de Entierros

Bueno, pasó el tiempo yo no le tomé asunto a la cosa. Hasta que un día había llovido, en ese tiempo sí que llovía pué, seis a ocho días como na’. Lleno de agua los potreros. Entonces nosotros en vez de irnos por la calle por el portón de la llavería, nos íbamos por esa orilla y tomábamos ese camino para arriba. Yo estaba en esta casa ya, y claro, nosotros hicimos estas casas, estaba en un rancho ahí atrás. Oiga y pego la mira como que me quedó eso grabado, cuando veo oiga, por ejemplo esta la muralla y siempre nos veníamos de pie por ahí, no usábamos el camino de la esquina. Y sabe, se haya hundido toda la parte de la bodega que el viejo me dijo, se había hundido más de una cuarta por la cuestión de la lluvia, porque como se hundió ese cuadradito, ahí tal como él me había dicho. Pero de interés ninguno yo dije algo tiene que haber ahí, y nunca fui…

 

Estas y otras leyendas  las podemos conocer en La Ruta del Diablo en Pirque.

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